Cuando Saira emigró a California desde El Salvador con sólo 12 años, nunca imaginó que un día la YMCA daría forma no sólo a su propia vida, sino a las vidas de sus hijos, sobrinas, sobrinos y comunidad. Por aquel entonces, ni siquiera había oído hablar de la idea del voluntariado, y mucho menos de hacerlo ella misma. En el país en dificultades que dejó atrás, Saira no había tenido la oportunidad de dedicar tiempo a servir a los demás.
Pero en su nuevo hogar, empezó a notar algo diferente.
Cuando era adolescente, Saira veía a sus amigos regresar cada verano de viajes de una semana a las montañas, llenos de historias de aventuras, amistad y autodescubrimiento. Curiosa, les preguntaba cómo lo hacían. La respuesta era sencilla: "Van a la Y".
Sólo había un problema: su familia no tenía dinero. Su madre, que criaba a seis hijos con unos ingresos modestos, tenía poco margen en el presupuesto para un campamento de verano. Aun así, Saira no dejó que eso la detuviera.
Preguntó al personal del centro cómo podía conseguirlo. En aquel momento, una de las formas en que los adolescentes podían acceder al campamento era a través del voluntariado*. "Si eres un voluntario comprometido, es una forma de ir al campamento", le dijeron.
Así que se ofreció voluntaria. Dedicó horas, se presentó y dio lo mejor de sí misma. Año tras año, su dedicación le valió una plaza en el campamento, un lugar donde encontró alegría, crecimiento y pertenencia. El campamento no era sólo una escapada; se convirtió en su base.
Tras un tiempo alejada para proseguir sus estudios universitarios, Saira nunca olvidó lo que le dio la YMCA. Cuando regresó, no lo hizo sólo como participante, sino como profesional. Se unió a la YMCA de Los Ángeles Metropolitanos como miembro del personal, trabajando en sucursales como Downey, Ketchum, East LA Weingart, y otras - dondequiera que se necesitaba ayuda, ella estaba allí.
A pesar de todo, Saira transmitió ese mismo espíritu a sus hijos. Su hijo creció inmerso en los programas de la Y, deportes, actividades juveniles e incluso campamentos, al igual que su madre. Su hija también crecería en un hogar arraigado en el servicio y la comunidad. Saira ofreció oportunidades a sus sobrinas y sobrinos a través de becas de asistencia financiera, creando recuerdos que aún hoy se comparten alrededor de la mesa: historias de diversión, aprendizaje y transformación.
Con el tiempo, Saira dejó de trabajar en el YMCA para dedicarse a criar a sus hijos. Pero su compromiso de retribuir no se detuvo. Se ha mantenido activa en su comunidad a través de la oración, el servicio y el apoyo inquebrantable a quienes la rodean.
Atribuye el cambio de rumbo de su vida al YMCA, y especialmente a los voluntarios y donantes que hacen posible su labor.
"Doy las gracias al YMCA y a todos sus dedicados voluntarios y financiadores por mantener su compromiso con la comunidad y fomentar las oportunidades para todos", dice, "tanto si se trata de un CEO de éxito como de una persona con dificultades".
En la actualidad, su legado perdura a través de su hijo, que ocupa el cargo de Director Ejecutivo Asociado de la YMCA de South Pasadena San Marino. Él lleva adelante los mismos valores que vio modelados en su madre: servicio, perseverancia y un profundo amor por la comunidad.
La historia de Saira es un poderoso recordatorio de lo que ocurre cuando se da una oportunidad y cuando alguien decide devolverla. Es la historia del viaje de una mujer de recién llegada a líder, de campista a constructora de la comunidad, y de voluntaria al corazón de un legado generacional.
Gracias a la Y, Saira encontró su lugar. Gracias a Saira, muchos otros también lo han hecho.
Más información campamentos y programas para adolescentes ¡hoy!
* Hoy en día, gracias a los generosos donantes y al apoyo de la comunidad, el YMCA ofrece ayuda financiera para garantizar que todos los niños y familias -independientemente de sus ingresos- puedan acceder a la experiencia transformadora del campamento y otros programas juveniles. Lo que antes era un camino a través del voluntariado, ahora se apoya mediante una financiación intencionada centrada en la equidad.